lunes, 20 de junio de 2011

Tarareo risueño

Un nuevo día, con agenda llena, te subes al auto y conduces por el camino que te llevará al próximo destino. Te encuentras que la carretera directa está siendo reparada y debes utilizar vías alternas. Decides retomar el camino por la marginal próxima. Durante el trayecto coincides con hermosos paisajes que despejan el contratiempo que se presentó. Pensaste quizás que encontrarías semáforos controlando la circulación constante de autos, pero hallaste un camino lateral que te simpatizó más...

En un día común volvió la niña risueña, sonriendo sin razón aparente. Sonreír porque sí, por nada en particular, resulta algo prometedor. Una melodía nueva comienza a tararearse, acompañada de acordes imprecisos, la canción aún no está escrita... Los sentidos se encuentran susceptibles; nuevos olores, amaneceres radiantes; son el resurgir de una memoria fresca.

Impulsos renovados cada día convidan una pruebita del sazón de "un para siempre-siempre eterno". Sigo cambiando, sigo evolucionando y continúo creando en las páginas en blanco, dibujando el horizonte siempre adelante. Sigo sonriendo y me doy cuenta que simplemente estoy... ¡viviendo!

Amando.

jueves, 9 de junio de 2011

Entre rostros...

Tu mirada; impetuosa como los recuerdos, tan presente como la memoria. Tórrido amor; tan iluso como la inocencia y desmesurado como lo perpetuo. Entre risas, tu sonrisa con la mía... Entre impulsos apasionados, la ternura roba nuestros corazones.

Aunque intente abandonar la retentiva, ni con amnesia, "no, no se olvida"... En el rincón del vigoroso momento «ahora» permanecen las intocables fotografías de mi memoria. Entre rostros y conocidos, sólo quedan rastros de un "fugaz amor eterno".

Entre imágenes espontáneas, se conservan los retratos que van ocupando un espacio en el álbum de la felicidad y será un "eterno resplandor de una mente inmaculada".