Un sábado en la noche, intento despejarme de lo virtual, pero la sociedad misma se ha vuelto una virtual. Lunes a viernes trabajo en la computadora y mantengo relaciones a larga distancia utilizando medios cibernéticos. Al fin, intento llevar una "vida normal", que ya no sé cual sea su significado, y me encuentro con "amigos" pegados a sus celulares "últimos modelos".
Sentados en una mesa de alguna plaza para conversar un buen rato, tomar y comer algo mientras lo pasamos bien escuchando bohemias, ya ni siquiera está en agenda. Me veo desde un tercer ángulo y me río de lo ridícula que me veo en la fotografía del recuerdo del sábado. Buscaba escapar de pensar en tonteras, para compartir con seres humanos y me encuentro con personas dependientes de sus celulares y de leer lo que hacen y dejan de hacer otros por medio de páginas sociales.
¿Qué tal si socializamos más con el tú a tú? Quizás así descubrimos lo profundo de nuestras situaciones en vez de hacer conclusiones a medias por una frase superficial que tiene un límite de palabras en un espacio público que pregunta: "¿Qué estás pensando?" (What's on your mind?"). Quizás así re-evaluamos y valoramos la importancia de una amistad y las intimidades de cada persona. Enfoquémonos en lo importante que es la confidencialidad y saber que cuentas con alguien sin ser juzgado. ¿Qué tal si nos dedicamos un tiempo completo, sin interrupciones y descubrimos cuánto nos necesitamos?
Hago un llamado a la raza pensante, que tiene conciencia, para hacer el ejercicio de la observación y la sensibilidad humana. Como muchos de ustedes, soy pro-activa al futuro y la tecnología (pues gracias a ello mantenemos relaciones a larga distancia por X o Y situación, y estamos en contacto con el mundo entero), pero creo que la sociedad depende de lo básico para salir adelante.
¡Vamos gente, pongamos de nuestra parte...! Trataré de hacer lo mismo, pero es incómodo ver a los tuyos metidos "en otra cosa" y uno esperando compartir... Dialoguemos más, vivamos más, siempre habrá tiempo para lo nuevo y último, pero quizás quede poco tiempo para conversar con un buen amigo y compartir filosofías diversas.
7/septiembre/2010
12:06pm
martes, 7 de septiembre de 2010
El poder de una palabra...
Qué increíble, pero cierto. Anoche, una de esas pocas noches que me da sueño a una hora que considero "normal" y en mi rutina "temprano", estaba lista y decidida ir a dormir. Entre la espera (para coincidir con el tiempo que no controlo) y darme cuenta que mi día hasta ese entonces había concluído, surgió otro momento desprevenido que puso en pausa el cansancio que me comenzaba a caer.
Uno desea que esos momentos desprevenidos sean todos gratos y un bono al día. Sin embargo, por malos entendidos se torna pesado y más cansón aún. Es determinante para una buena o mala noche concluir la velada con palabras como "...si es que consigues dormir." Entonces, aún cuando duermes, tu mente se queda en el vacío cosiendo lazos de ideas sueltas y que no tienen que ver unas con otras. Pensé iba a tener "buena noche", como se deseó originalmente.
Para usted, que al igual que yo, tiene algunos días "no tan buenos" le digo (y me lo aplicaré): los malos ratos y las malas hazañas de otros no deben tener espacio en nuestras vidas, así que pensar en esas situaciones más de 1 día es una locura. Darle cabida a lo que no vale la pena, lo amarga a usted y arrastra consigo a los que amas y no tienen que ver. Darle vueltas a un asunto por 3 días, te "jamaquea" de tus prioridades y de las personas que sí valen.
Hoy, decidí cambiar la mala noche y me levanté entusiasta y decidida a tener un lindo día; disfrutar lo que tengo en el presente conmigo: amor, un trabajo, buenos compañeros, creatividad (que debo pescar en el aire con pensamientos positivos) y una familia que me anima diciéndome: "me tienes que cocinar esa exquisitez"; ¡eso es vida!
7/septiembre/2010
11:17am
Uno desea que esos momentos desprevenidos sean todos gratos y un bono al día. Sin embargo, por malos entendidos se torna pesado y más cansón aún. Es determinante para una buena o mala noche concluir la velada con palabras como "...si es que consigues dormir." Entonces, aún cuando duermes, tu mente se queda en el vacío cosiendo lazos de ideas sueltas y que no tienen que ver unas con otras. Pensé iba a tener "buena noche", como se deseó originalmente.
Para usted, que al igual que yo, tiene algunos días "no tan buenos" le digo (y me lo aplicaré): los malos ratos y las malas hazañas de otros no deben tener espacio en nuestras vidas, así que pensar en esas situaciones más de 1 día es una locura. Darle cabida a lo que no vale la pena, lo amarga a usted y arrastra consigo a los que amas y no tienen que ver. Darle vueltas a un asunto por 3 días, te "jamaquea" de tus prioridades y de las personas que sí valen.
Hoy, decidí cambiar la mala noche y me levanté entusiasta y decidida a tener un lindo día; disfrutar lo que tengo en el presente conmigo: amor, un trabajo, buenos compañeros, creatividad (que debo pescar en el aire con pensamientos positivos) y una familia que me anima diciéndome: "me tienes que cocinar esa exquisitez"; ¡eso es vida!
7/septiembre/2010
11:17am
miércoles, 1 de septiembre de 2010
Desde este momento, hay que reinventarse...
"Borrón y cuenta nueva."
Como un acto de compromiso conmigo, desde hoy hasta que retome lo que perdí, estaré neutral. Ni sumo ni resto. Me dedicaré a mí, a demostrarme lo valiosa que soy. Los detalles, las iniciativas, el amor serán para mí. Estoy cansada... Es un nuevo comienzo, un nuevo mes y me lo dedicaré. "Es bueno que pienses en los demás, pero no te olvides de ti."
1/septiembre/2010
12:13pm
Como un acto de compromiso conmigo, desde hoy hasta que retome lo que perdí, estaré neutral. Ni sumo ni resto. Me dedicaré a mí, a demostrarme lo valiosa que soy. Los detalles, las iniciativas, el amor serán para mí. Estoy cansada... Es un nuevo comienzo, un nuevo mes y me lo dedicaré. "Es bueno que pienses en los demás, pero no te olvides de ti."
1/septiembre/2010
12:13pm
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